La labor educativa de la Compañía de Jesús los consolidó como una de las instituciones principales de la España imperial, sin embargo, en 1767 se vieron afectados por una de las decisiones que con mayor fuerza reflejó los cambios que internamente estaba experimentando la Corona. En la búsqueda de renovar España, Carlos III -el monarca reinante- comunicó a todos sus representantes coloniales la expulsión de la Compañía de todos sus territorios. La ejecución se dio en el más estricto secreto. Abordaremos la manera en la que se ejecutó la orden real y el destino de todos los desterrados.