Hermana de Huitzilopochtli, el dios patrono de los mexicas, Malinalxóchitl fue abandonada durante la peregrinación por su hermano menor. Ofendida, encontró refugio en un señorío matlatzinca y fundó un pueblo que a la postre se nombró Malinalco. Tan importante señorío fue que los mexicas construyeron ahí un centro ceremonial dedicado a la preparación de los guerreros y gobernantes. A la llegada de los españoles los agustinos construyeron un convento y en las paredes del cual, los sabios indígenas dibujaron el paraíso, un códice que representa la flora y fauna de la región.