Hablar de religiosidad popular refiere a la experiencia particular en la que los habitantes de la Ciudad de México vivieron el cristianismo en su cotidianidad. El aumento demográfico obligó a las autoridades el establecimiento de espacios en donde la población pudiera vivir la fe dentro de los propios límites de la cada vez más creciente jurisdicción urbana. En este recorrido visitaremos algunas capillas que sobreviven y profundizáremos en las creencias populares que han prevalecido hasta nuestros días.