• Colegas y familiares del investigador formado en la ENAH recordaron su trayectoria y sus aportes
• Nacido en Guatemala y naturalizado mexicano, indagó en antiguas culturas de ambos territorios, como la maya y la teotihuacana
Como un reconocimiento a sus aportes a la arqueología de nuestro país, y como un tributo a su amor por México y Guatemala, su patria adoptiva y su nación de origen, respectivamente, se rindió un homenaje póstumo al investigador Rodrigo Néstor Paredes Cetino (1953-2021).
Desde la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), autoridades de la Secretaría de Cultura federal y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como de la Embajada de la República de Guatemala en México, encomiaron la trayectoria de quien más que un académico mexicano o guatemalteco, fue un arqueólogo mesoamericano.
Tras agradecer al director de la ENAH, José Luis Castrejón, así como a los familiares del investigador la organización del acto conmemorativo, el embajador de Guatemala en México, Marco Tulio Chicas Sosa, señaló como una afortunada coincidencia el que esta distinción a la trayectoria de Néstor Paredes ocurra en 2023, año en el que se cumple el 175 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Si bien, agregó el diplomático, oficialmente la bilateralidad de México y Guatemala inició en 1848, en la realidad los vínculos son mucho más antiguos, ya que justamente personas como el célebre arqueólogo dedicaron su vida a desentrañar la historia de los intercambios de aquellas culturas antiguas con presencia en ambos territorios, como la maya, la olmeca y la teotihuacana, entre otras.
“Basta estar en la frontera de nuestras naciones para darnos cuenta que una línea divisoria no separa las identidades de dos pueblos unidos por las mismas lenguas y las mismas formas de entender el mundo”, declaró.
Al exponer una semblanza de Néstor Paredes, el embajador señaló a la comunidad de Chiquimula, conocida popularmente como “la perla de oriente de Guatemala”, como el sitio de origen del homenajeado, donde nació en 1953.
Debido a la situación social y política de Guatemala en los años 80, Paredes tuvo la oportunidad de emigrar hacia México e iniciar su formación como arqueólogo en la ENAH, pudiendo en los años posteriores laborar en proyectos como el salvamento en el barrio de La Ventilla, dentro del área patrimonial de la Zona Arqueológica de Teotihuacan.
Allí, expuso el coordinador de Arqueología de la ENAH, David Arreola Gutiérrez, el arqueólogo aprendió de expertos como Rubén Cabrera Castro (1934-2023), e inició una profunda investigación, basada en la tesis del materialismo histórico, sobre cómo la evidencia observada en La Ventilla, a partir de enterramientos humanos y fragmentos de pintura mural en conjuntos habitacionales y palaciegos, entre otros elementos, permitía indagar en las clases sociales de la ciudad prehispánica.
En el homenaje también se abordó el aspecto humano del investigador. Su esposa y colega, Atlántida Elizalde de Paredes, mencionó que Néstor Paredes nunca perdió de vista su origen en Guatemala, pues “era de ley” para sus hijos emprender con él viajes frecuentes a su nación, de modo que ellos también pudieran estar en contacto con su cultura ancestral.
La segunda sesión del homenaje se llevó a cabo el 14 de septiembre de 2023, en el Auditorio Román Piña Chan de la ENAH, la cual fue transmitida por el canal en YouTube de la casa de estudios.
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