• El profeta del Nuevo Mundo es la primera biografía en español dedicada a Louis Riel, defensor de las naciones indígenas y los mestizos de Canadá
• Fue calificado como una obra clave para contribuir a las auténticas reconciliaciones de México y de Canadá con sus pueblos originarios
Hacia el final del siglo XVIII, la población de bisontes americanos en Norteamérica era mayor a los 80 millones de ejemplares, pero 100 años después, a finales del siglo XIX, quedaban menos de 500. Al mismo tiempo que el mamífero terrestre más grande del continente rozaba la extinción, Louis Riel (1844-1885), líder de los pueblos mestizos y promotor de los derechos de las naciones indígenas de Canadá, moría en la horca.
En torno a este personaje gira el más reciente libro del historiador Jean Meyer (1942), El profeta del Nuevo Mundo, el cual fue presentado en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
Desde el Auditorio Jaime Torres Bodet del recinto, perteneciente a la Secretaría de Cultura federal y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tanto el autor como el embajador de Canadá en México, Graeme C. Clark, coincidieron en la importancia de dar a conocer la vida y obra de este singular dirigente.
“Para nuestros países no hay tarea más significativa y sensible que la plena y verdadera reconciliación con nuestros pueblos indígenas”, declaró el diplomático al encomiar lo pertinente que resulta esta publicación, la cual es, además, la primera biografía en español dedicada a Louis Riel.
En un panel donde también participaron los académicos de El Colegio de México y del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Rafael Rojas Gutiérrez y Catherine Vézina, respectivamente, se comentó que el libro permite entender los complejos episodios del expansionismo anglosajón ocurridos en Estados Unidos y Canadá, entre los siglos XVII y XIX.
“Durante cientos de años, el alambre de púas de los colonizadores empujó a los indígenas hacia el oeste, bajo los mismos argumentos con los que se barrió con los pueblos de África y de Asia: esas tierras no son de nadie y las podemos tomar”, comentó Jean Meyer.
En este contexto, expuso el historiador, Louis Riel destacó como líder del pueblo métis –etnia mestiza, de ascendencia indígena y europea– y encabezó dos movimientos de resistencia en contra del gobierno canadiense: el primero (1869-1870) dio como resultado la creación de la provincia de Manitoba; y el segundo (1885) derivó en un enfrentamiento militar, la única guerra que, hasta la fecha, ha tenido lugar en suelo canadiense.
Riel, “un jurista que dominaba inglés, francés y latín, que hablaba tres idiomas indígenas y tenía nociones de griego y hebreo”, fue denostado y calificado como demente, además de ser sentenciado a muerte y ejecutado el 16 de noviembre de 1885.
Por órdenes del entonces primer ministro de Canadá, Sir John Macdonald, las naciones indígenas que Riel defendió fueron encerradas en reservas, mientras que a los mestizos se les despojó de muchos de sus derechos, forzándolos a la mendicidad.
No obstante, de esta doble tragedia, concluyó Meyer, “Louis Riel ganó la batalla frente a la historia”, ya que en 1992 se le proclamó como el padre fundador de la provincia canadiense de Manitoba y se instauró el Día de Louis Riel, cada 16 de noviembre.
En contraste, el siglo XXI ha significado un ajuste de cuentas hacia la figura de John Macdonald, pues su nombre ha sido borrado del Libro de Oro de los grandes escoceses, y diversas estatuas erigidas en su honor en ciudades canadienses como Montreal y Victoria, han sido derribadas en los últimos años.