Ponderan la obra y el pensamiento del escritor y etnólogo cubano Miguel Barnet, en la 34 FILAH

Miguel Barnet Lanza (La Habana, 1940) es un escritor polígrafo que ha experimentado con la poesía, la etnología y la narrativa, utilizándolas como estrategias complementarias en su tarea de aprehender e interpretar las culturas cubana y latinoamericana, encarnando lo que José Martí consideraba la verdadera modernidad: la conciliación del desarrollo científico con justicia social y la plena realización humana que resguarda lo mejor de la tradición de los pueblos.

Con esta breve semblanza, a cargo del vicepresidente de la Fundación Fernando Ortiz, Lázaro Castilla Pérez, inició el homenaje que rindieron los gobiernos de Cuba y de México, este último a través de la Secretaría de Cultura federal y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a la obra y pensamiento del escritor y etnólogo cubano, autor de títulos imprescindibles como Biografía de un cimarrón.

Barnet, Premio Nacional de Literatura 1994, se enlazó vía remota desde el Teatro Abelardo Estorino del Ministerio de Cultura de Cuba, al Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, donde amigos y colegas, así como expertos de instituciones académicas de México, Cuba y Estados Unidos, reconocieron su legado intelectual, en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), que tiene a la isla antillana como país invitado.

“No puedo expresar cómo me siento, tendría que apelar al psiquiatra Jung o a Freud, porque todas estas cosas van a lo más profundo de mi ser. La mía ha sido una aventura barroca, porque se trata del contraste de la luz y las sombras. Siempre he buscado la luz donde está la sombra, y para encontrarla me he apropiado de herramientas y recursos de la sensibilidad, sobre todo, pero también de la antropología y de la historia. Eso se lo agradezco a mis grandes maestros, empezando por Fernando Ortiz, seguido de las escuelas de antropología norteamericana y mexicana.

“En los años 60, fui invitado por el antropólogo mexicano Ricardo Pozas Arciniega a participar en cursos dentro del INAH y de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tengo mucho que agradecer a este país, a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y a la obra de sus grandes intelectuales. Me siento feliz y abrumado por este homenaje, gracias por entrar a este pequeño arcano que es mi obra”, expresó el ensayista.

En su oportunidad, el expresidente del Congreso de la Ciudad de México y miembro del consejo asesor de la Fundación Fernando Ortiz, Héctor Díaz Polanco, reconoció que Miguel Barnet es, ante todo, un gran cubano, y entre sus múltiples facetas también está el del político en el sentido sartriano, “que considera al intelectual como alguien que, fundado en su trabajo creativo –en el campo que le corresponde−, deduce los elementos de la contradicción de lo real y la expresa en una actividad política”.

Conscientes de la trascendencia de su obra y su perspectiva poliédrica, la profesora de la Facultad de Letras Españolas, de la Universidad Veracruzana (UV), Guadalupe Flores Grajales, recordó que esta casa de estudios ha acercado a las nuevas generaciones la obra de Barnet, a través del Festival de la Palabra y del volumen 3, No. 6, de El pez y la flecha. En este ejemplar, el más reciente de la Revista de investigaciones literarias, de la UV, se aborda su contribución original a la denominada “literantropología”, puesto que sus diversos relatos encuentran sustento en el medio existencial de la cubanidad.

Al respecto, el profesor-investigador de la ENAH, Rodolfo Oliveros Espinosa, agradeció a Miguel Barnet su cultivo de la etnología, ya que él concibió –en honor a su mentor− la Fundación Fernando Ortiz, desde donde se desarrollan investigaciones científicas sobre la identidad cubana: “Barnet es un defensor de la cultura, en el sentido más antropológico del término, que ha cultivado tantos géneros como la escritura etnográfica, la poesía y la biografía. Es un cronista de los futuros pasados y creador de un género narrativo, la novela-testimonio.

“Su obra ha inspirado canciones, como El poeta eres tú, de Pablo Milanés, a partir de su poema Che, tú lo sabes todo; películas, como Gallego o La bella de la Alhambra, y documentales basados en su obra pionera Biografía de un cimarrón, un clásico de la antropología, la cual tiene un lugar especial en la formación política de quienes crecimos leyendo narrativa testimonial, un género que nace en la tierra de Caliban y que leímos alumbrados por la insurrección zapatista de 1994”, expuso.

Asimismo, el presidente del Consejo Consultivo de la Universidad José Martí de Latinoamérica, en Mérida, Yucatán, Carlos Bojórquez Arzaiz, y el doctor David García Pérez –en un mensaje leído por Ana Luisa Izquierdo−, ponderaron otros títulos de Barnet, como la novela Gallego (que cumple 40 años de su aparición), así como su importante, pero no suficientemente estudiada, obra poética.

Con sentidos mensajes a la distancia, otros colegas y amigos, como los historiadores José Antonio González Alcantud y Maximiliano Soto, el bailarín cubano Ulises Mora y la escritora mexicana Elena Poniatowska, también participaron en el homenaje al maestro Miguel Barnet. Poniatowska, reconoció el gozo de leer su literatura y el privilegio mayor de viajar con él a Alemania y a Estados Unidos, para impartir conferencias sobre sus novelas-testimonio Biografía de un cimarrón y Hasta no verte Jesús mío, respectivamente, y donde fue forjándose una gran amistad.