• Este domingo 21 de mayo, cerró la exposición del artista ruso-estadounidense, la cual fue visitada por más de 40 mil visitantes
• La memoria de la exposición podrá adquirirse en la tienda del Museo Nacional de las Culturas del Mundo
En cinco meses de estancia, la obra de uno de los creadores más indómitos del arte universal convocó a más de 40 mil visitantes. No complaciente: Boris Lurie en México, la más grande retrospectiva del artista ruso-estadounidense montada en Latinoamérica, cerró con una exitosa afluencia en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM).
En la ceremonia de clausura, el pasado domingo 21 de mayo, la directora del MNCM, Alejandra Gómez Colorado, expresó que la magna exhibición trasciende gracias a la publicación del catálogo homónimo, bajo el sello de la Boris Lurie Art Foundation, cuya cooperación fue imprescindible para que la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), trajera 90 piezas de su colección.
“Detrás de la edición y tiraje de un catálogo expositivo hay un gran esfuerzo, no solo intelectual, como demuestran los textos, sino también de diseño, producción y financiamiento. Así que, de alguna manera, No complaciente: Boris Lurie en México permanecerá aquí en el museo, pues la memoria de la exhibición podrá adquirirse en la tienda del recinto”, anunció.
El editor adscrito al INAH, Carlos Méndez Domínguez, comentó que la obra de Boris Lurie no puede examinarse de un vistazo ni agotarse con un recorrido de 30 minutos o una hora, de ahí que el catálogo ofrece el detenimiento que esta requiere. Asimismo, opinó que la presencia de la exposición dio una proyección al trabajo de Lurie, “la cual jamás hubiera sospechado la fundación.
“Debemos considerar que la muestra permaneció en un recinto adscrito a la institución que le da brillo cultural a México en todo el mundo, el INAH, por lo tanto, creo que para la Boris Lurie Art Foundation ha sido una extraordinaria oportunidad de entrar, por la puerta grande, a este país”, expresó.
El catálogo de No complaciente: Boris Lurie en México es “un viaje virtual por la exposición, a través de un vehículo que posibilita reflexionar sobre una producción artística compleja y paralela al devenir de su autor”. De manera que cada etapa de creación y cada obra en sí misma guarda varias capas semánticas que el lector podrá escudriñar con la guía de los textos que lo acompañan, entre ellos, uno de Jürgen Kaumkötter, especialista en arte del holocausto, sostuvo el editor.
La noción de libertad es el hilo conductor del volumen, como lo revela el libre albedrío que Lurie siempre ejerció en cuanto a técnicas y modos de expresión, aparejada a la crítica y la capacidad de lucha contra la falta de piedad, pues experimentó en carne propia los horrores del holocausto judío. De ahí que la publicación “se propone que la persona frente a la página asimile que el dolor y la injusticia también se pueden trastocar en elementos creativos”, concluyó Carlos Méndez.
Al respecto, el curador de la muestra e investigador del MNCM, Reynier Valdés Piñeiro, puntualizó que el catálogo abona a poner en su justa dimensión a un artista marginal, puesto que en la historia del arte “hay poco sobre Boris Lurie, a excepción de estos catálogos, de forma que se está construyendo una historia a partir de sus muestras, ante lo cual hay que mantener un ojo crítico”.
El catálogo incluye una presentación a cargo de la directora del MNCM, Alejandra Gómez Colorado; impresiones y un desplegable de las obras de Lurie; así como textos de Reynier Valdés, sobre los motivos y el proceso de traer su obra a México, uno más del investigador de las creaciones de artistas perseguidos de 1933 a 1945, Jürgen Kaumkötter, y otro de un amigo alemán de Lurie, que aborda el viaje que ambos realizaron a Yucatán.
