Niños y niñas pueden ser arqueólogos en nuevo espacio lúdico del Museo Regional de la Costa Oriental

Una innovadora herramienta lúdica, bajo la forma de un arenero infantil con temática arqueológica, ha sido instalada en el Museo Regional de la Costa Oriental (Mureco), en Tulum, Quintana Roo.

En este espacio de juego y enseñanza, ubicado en el solar paralelo a la Sala de Exposiciones Temporales del recinto, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) buscan involucrar activamente a las familias quintanarroenses, así como a las y los turistas nacionales y extranjeros en el conocimiento, respeto y conservación del patrimonio cultural.

Se trata de un área de cuatro metros cuadrados, con capacidad para 10 usuarios, quienes, a partir de 15 réplicas de vasijas y restos óseos, recrean la experiencia de una excavación arqueológica.

La instalación fue posible gracias a una gestión, coordinada por la directora del Mureco, Carmen Gaitán Rojo, quien recibió el apoyo de la Alianza Empresarial Tulum, entidad comprometida con el desarrollo integral de la niñez, así como el respaldo del Centro INAH Quintana Roo, encabezado por Margarito Molina Rendón.

“Más que una simple atracción lúdica, el arenero busca sembrar en sus participantes una semilla de curiosidad, identidad y conciencia histórica”, explicó Gaitán Rojo.

La iniciativa, agregó, surgió en respuesta a una necesidad constante de los museos: hacer del conocimiento una experiencia inmersiva, accesible, cercana y vivencial. “En este sentido, la arqueología es una disciplina especialmente atractiva para los infantes, pues combina elementos de aventura, misterio y descubrimiento”.

La funcionaria detalló que, dentro del arenero, cada niño o niña asume el rol de un pequeño arqueólogo o arqueóloga, empleando herramientas que también son de uso lúdico para excavar, registrar y reflexionar sobre sus hallazgos.

Acompañados de especialistas adscritos al Mureco, los infantes llenan fichas de registro de materiales, elaboradas en lenguaje sencillo, y conocen a detalle los objetos encontrados: sus contextos, características y funciones.

“Actividades como esta no solo fomentan habilidades cognitivas, como la observación, clasificación y análisis, sino también valores fundamentales, como el respeto por la historia, la paciencia, el trabajo en equipo y la importancia de la conservación del patrimonio”, concluyó Gaitán Rojo.

Se contempla que la periodicidad del arenero sea quincenal. Si bien su acceso es libre, el calendario de sus sesiones será dado a conocer oportunamente desde los perfiles en Facebook y otras redes sociales del museo.

Cabe destacar que, a ocho meses de su inauguración, el Mureco se ha consolidado, con 8,000 visitantes al mes, en promedio, como un espacio fundamental para la difusión cultural en Tulum y su región circundante, resaltando también por su fuerte vinculación con sus comunidades aledañas.