• Se trata del único centro de estudios del sector cultural de México con dicha distinción
• El reconocimiento permite crear alianzas con otros centros de educación e investigación del mundo y potenciar el quehacer de esta escuela del INAH
Con el voto favorable de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), “Manuel del Castillo Negrete”, fue renovada recientemente dentro del programa de Cátedras Unesco, una de las iniciativas de desarrollo académico-científico más reconocidas a nivel mundial, cuyo objetivo es avanzar colaborativamente en el conocimiento y la práctica de un ámbito de prioridad común.
Para las autoridades de este centro educativo, la resolución del órgano internacional representa un reconocimiento y un compromiso para esta escuela, adscrita a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cabe apuntar, según expresan el director, la subdirectora de Investigación y la profesora-investigadora de la ENCRyM, asignada como responsable de la cátedra, Gerardo Ramos Olvera, Yolanda Madrid Alanís e Isabel Medina-González, respectivamente, que esta escuela es la única área del INAH que cuenta con dicha distinción.
Si bien en México existen más de 20 cátedras Unesco en universidades y centros de investigación vinculados con temas educativos, de sustentabilidad, cultura y patrimonio, entre otros campos de interés, para la agencia cultural de la Organización de las Naciones Unidas, el que el INAH cuente con la única Cátedra Unesco en las Ciencias de la Conservación ratifica el prestigio global de las escuelas del instituto en lo general, y de la ENCRyM en lo particular.
La ENCRyM se integró en 1997 al programa de las Cátedras Unesco, y en 2019 emprendió una evaluación interna, encabezada por Isabel Medina y Yolanda Madrid, con el apoyo de Gerardo Ramos, para buscar la renovación del estatus citado, y lograr que la escuela tomara un papel más proactivo hacia él.
“Durante mucho tiempo no se había asumido a la Cátedra Unesco como algo que podía potenciar a la escuela, y que la propia ENCRyM podía potenciar en el paisaje mundial”, comenta Isabel Medina.
Así, señala la académica, en los últimos años se ha pugnado porque las actividades desarrolladas en los talleres, eventos académicos y programas de la ENCRyM se inscriban dentro de las acciones requeridas por la Unesco en este programa, así como por articular una agenda propia de tareas.
Ejemplo de lo anterior son el Programa Ecos, con el que se visibiliza el trabajo de los conservadores de patrimonio cultural galardonados a nivel nacional o internacional, y eventos como el 15° Foro Académico “La conservación de los patrimonios frente a la crisis socioambiental”, realizado en abril de 2023, con el tema “Naturaleza, comunidad y diversidad cultural”.
Bajo la Cátedra Unesco, los centros de estudio e investigación también tienen acceso a una amplia red de organizaciones pares de otros países, una plataforma común para propiciar diálogos, intercambios de experiencias, iniciativas académicas formativas, eventos y publicaciones comunes.
“Formar parte de este programa nos brinda la oportunidad de crear alianzas para organizar actividades con otras universidades, y emprender acciones más profundas que, a futuro, puedan redundar en nuevos proyectos de investigación o movilidad académica”, concluye Gerardo Ramos Olvera.
Cabe destacar que este reconocimiento internacional tiene vigencia de año y medio, por lo que, a mediados de 2024, se iniciará un nuevo proceso de presentación de un informe de actividades, por parte de la ENCRyM, y de evaluación en la Unesco.
