*** En el XVIII Coloquio de Africanías se expuso el caso de una esclava que atestiguó una aparición de la Virgen María, cuyo nombre no fue registrado en los archivos
*** Académicas de ambos países llamaron a ahondar en los estudios de los afrodescendientes llegados a América en la época virreinal
En el imaginario de las y los mexicanos, incluso, de Latinoamérica en general, es conocida la aparición de la Virgen María a Juan Diego, no obstante, es totalmente ignorado que la madre de Cristo, según consignan archivos parroquiales, también se presentó ante una esclava de origen africano en la Nueva España, de la cual fue omitido su nombre por ser negra.
Durante el XVIII Coloquio de Africanías, que esta mañana se llevó a cabo de manera híbrida en la 33 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), investigadoras de México y Chile, país cuya presencia es destacada en el encuentro literario, develaron la historia de algunas personas, cuyo devenir ha sido negado sistemáticamente durante siglos.
En la actividad académica, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las conferencistas iniciaron su participación pidiendo permiso a la memoria de las mujeres y hombres esclavizados, o descendientes de esclavos, que vivieron, amaron, padecieron y socializaron en el continente americano.
En la mesa, efectuada en el Museo Nacional de Antropología (MNA), bajo la moderación de la investigadora de la Coordinación Nacional de Antropología del INAH, María Elisa Velázquez Gutiérrez; la historiadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, Georgina Flores García, evocó el caso de la esclava, cuyo encuentro mariano registra el archivo de la Capilla de la Purísima Concepción, en Jalmolonga, en el municipio mexiquense de Malinalco.
Los textos, añadió, mencionan que la mujer del siglo XVIII, quien pelaba calabazas al momento del milagro, contestó con humildad a María: ‘señora anda vete a tu casa y a tu templo: mira, que no estás bien aquí. yo soy una pobre esclava, y tú eres reyna de los cielos: no es decente esta casa para ti’ [sic].
“De Juan Diego tenemos el nombre; de los niños de Lourdes, también, pero el de ella fue ignorado, únicamente porque era negra y esclava”, señaló Flores García.
Las historiadoras de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y de El Colegio Mexiquense, Julieta Pineda Alillo y Litzy Romero Alcántara, respectivamente, abordaron los casos de los esclavos que fueron propiedad de los jesuitas en Tepotzotlán, así como de los niños y niñas en situación de esclavitud que habitaron el valle de Toluca, quienes son consignados en archivos como mercancías y objetos, de manera que fueron motivo de inventarios, especialmente entre los siglos XVII y XVIII.
“La documentación –expuso Julieta Pineda–, muestra las diferenciaciones que se establecían con los bozales, que eran las personas recién traídas de África, principalmente del área bantú del Congo y de Angola; los ladinos, aquellos ya hispanizados; los criollos, quienes nacían en haciendas o territorio novohispano e, incluso, hay personas cuyo origen no está determinado”.
Previo al coloquio, la 33 FILAH realizó la mesa virtual “Africanos y afrodescendientes en el pasado de Chile”, en la que las investigadoras de la Fundación Fiocruz, de Brasil, y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile, Tamara Araya Fuentes y Alejandra Fuentes González, respectivamente, así como la académica de la Universidad de Chile, Carolina González Undurraga, expusieron casos de la presencia de esclavas afrodescendientes en los conventos monacales del país sudamericano.
Las conferencistas repasaron la vida cotidiana de diversas esclavas, reconstruida desde los documentos históricos, quienes acompañaron a sus propietarias durante sus clausuras, fungiendo como enfermeras, cocineras y asistentes del hogar, cuando sus dueñas alcanzaban una edad avanzada, así como de las dificultades que enfrentaron para adquirir o recibir su libertad, un proceso de resistencia que, finalizaron, se prolongó hasta inicios del siglo XX.
Cabe recordar que, como parte de la 33 FILAH, las y los visitantes pueden recorrer la exposición temporal Juegos de diablos en comunidades afromexicanas de la Costa Chica, en el vestíbulo del Auditorio Fray Bernardino de Sahagún del MNA.
La programación completa de la 33 FILAH puede consultarse en la página: www.feriadelibro.inah.gob.mx.