*** A inicios del año, el Proyecto “Amarillo Público”, del artista visual Rodrigo Olvera, inauguró un nicho dedicado a deidades mexicas en el Estado de México
*** Como parte de esa intervención artística del espacio público, abrirá una pequeña biblioteca con una treintena de títulos donados por el INAH
A mediados de enero pasado, retomando la costumbre que existe en los barrios populares de construir nichos para la protección de los transeúntes, en la colonia Emiliano Zapata, una de las más grandes y densamente pobladas del municipio mexiquense de Atizapán de Zaragoza, se inauguró el primer altar urbano que, en lugar de santos y vírgenes, tiene por custodios a las deidades tutelares de los antiguos mexicas: Tláloc y Huitzilopochtli.
Esa pequeña capilla que recrea el Templo Mayor, el edificio principal del recinto sagrado de Tenochtitlan, es un resultado más del Proyecto “Amarillo Público”, liderado por el artista visual oriundo de Atizapán, Rodrigo Olvera, quien para enriquecer su propuesta buscó el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que, mediante la donación de algunos libros de su sello, crezca el interés de la comunidad por conocer sus raíces.
Rodrigo Olvera está convencido de que el derecho a la ciudad involucra a la creatividad y que cada rincón de la urbe puede estimular la imaginación de sus habitantes, sobre todo en lugares de la zona metropolitana como el noroeste del Estado de México, donde escasean sitios para la recreación. De eso se trata, dijo, “hacer del espacio público un verdadero punto de encuentro para la comunidad”.
En la víspera de una celebración más del Día Mundial del Libro, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través el INAH, se sumó a esta misión, ya que el creador de “Amarillo Público” busca que la lectura también tome las calles. Así, personal de la Coordinación Nacional de Difusión llegó a la colonia Emiliano Zapata para entregaruna treintena de títulos que serán la base de una biblioteca móvil, la cual abrirá los fines de semana para reunir a los vecinos, padres e hijos, hermanos y amigos, en torno a cuentos y leyendas, saberes e historias que hablan de nuestra identidad.
A nombre de la coordinadora Nacional de Difusión, Beatriz Quintanar Hinojosa, el director de Publicaciones del INAH, Jaime Jaramillo Jaramillo, expresó que es un placer apoyar este tipo de iniciativas que buscan generar un impacto social, en este caso, “crear un espacio público de encuentro y de difusión con el pasado, especialmente con la cultura mexica. Celebramos que este primer altar retome la sensibilidad por el entorno, por la naturaleza y acerque a la comunidad con su pasado.
“Compartimos la propuesta de Rodrigo Olvera de abrir una ventana que nos recuerde la importancia de mantener viva la memoria de una cosmovisión heredada”, expresó.
Esta intervención del espacio público ha tenido éxito en el poco tiempo que lleva abierta. El altar del Templo Mayor, coronado con las capillas dedicadas a los dioses de la lluvia y la fertilidad, Tláloc, y de la guerra y el tributo, Huitzilopochtli, atrae las miradas de quienes por ahí caminan, ya que su interior también ilumina una ofrenda en la que el maíz y el cacao recuerdan el papel primordial que tuvieron los bienes de la tierra para las culturas mesoamericanas, y que hoy siguen siendo nuestro sustento.
El Proyecto “Amarillo Público” se nutre de la colaboración de los artistas Leonardo "Zukher" y Tania Cacomixtle, quienes se han especializado en murales con temática prehispánica. Ambos intervinieron una pared con representaciones de la diosa lunar Coyolxauhqui, la deidad de la muerte Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl; mientras que la adaptación arquitectónica de pirámide a nicho, corrió a cargo de Yehécatl Vásquez, y el diseño y montaje de Natalia Rabell.
El entusiasmo y necesidad de cercanía con los otros fue notorio durante la entrega de las publicaciones y reproducciones del INAH. Los niños se aprestaron a tomar las leyendas de “La Tlanchana”, “El vencedor del sol”, “Apunda”, “Ixchel”, “La creación de la vainilla” y “El tlacuache que robó el fuego”; mientras otros colocaron al interior del altar la figura de una comadreja, una pipa con remate en forma de cabeza de búho y una figurilla articulada, copias de piezas que fueron descubiertas en los sitios arqueológicos de Xochicalco, Tenochtitlan y Teotihuacan, respectivamente.
También tendrán acceso a interesantes obras como La religión Mexica, Humo aromático para los dioses, Arte y ritual antiguos, Teotihuacan, ciudad de los dioses y Atlas etnográfico de los pueblos indígenas del Estado de México, así como a revistasproducidas por la institución, como Diario de Campo, Boletín de Monumentos Históricos y Dimensión Antropológica, entre otras publicaciones.
Los interesados en conocer y sumar a la causa de “Amarillo Público”, puedenconsultarlapágina: http://amarillopublico.com/index.html, y sus perfiles en Facebook e Instagram.