*** La icónica ciudad fronteriza se desarrolló desde la época virreinal como misión, presidio, villa y, en el siglo XIX, recibió su denominación actual
*** El INAH tiene registrados seis monumentos históricos: las misiones de San José, de Senecú y de Guadalupe; la Ex Aduana, la Garita de Metales y el Panteón de San José
La icónica Ciudad Juárez, frontera con Estados Unidos, en el estado de Chihuahua, es una población que se desarrolló desde la época virreinal y fue fundamental para la colonización de los territorios del norte del país.
Así lo destaca el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Leopoldo Rodríguez Morales, quien participó en el programa “Polifonías del septentrión”, del Seminario de Historia y Patrimonio Cultural, organizado por el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref), ubicado en esa ciudad.
El ingeniero, arquitecto e historiador, adscrito a la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, señala la importancia de la urbe fronteriza en la colonización, no solo por parte de españoles, sino también de todos aquellos que llegaban a lo que fue un presidio, urbanísticamente hablando, tras su fundación como la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte.
Rodríguez Morales, quien realiza investigación histórica, arquitectónica y urbana de monumentos históricos edificados entre los siglos XVI y XIX, recuerda que, en sus inicios, Ciudad Juárez fue una misión fundada por los franciscanos, en 1659, pero en la década de 1680, debido a las constantes rebeliones indígenas en la región se vuelve presidio, entendido como guarnición militar, el cual fue un instrumento de defensa y pacificación del norte de la Nueva España; en sus inicios defendió las rutas y caminos, después se convirtió en elemento estratégico para poblar esa área complicada.
En 1826, debido a su importancia geográfica y comercial, el presidio de la actual Ciudad Juárez obtuvo el título de Villa Paso del Norte. Posteriormente, en el siglo XIX, dice Rodríguez Morales, se erige la ciudad que alude al Benemérito de las Américas, en honor a quien defendió la soberanía del país en esa villa, durante la Segunda Intervención Francesa. Es nombrada Ciudad Juárez en 1888. En esa época, las edificaciones se realizan utilizando materiales locales, como el adobe.
Más adelante, en 1907, resultado de un convenio entre el Ayuntamiento de Ciudad Juárez y algunos regidores para lotificar el territorio, se aplicó la desamortización de los bienes y empezaron aparecer propietarios, así como valores de uso del suelo, relata en su oportunidad el autor del libro Una mirada a los constructores de una ciudad fronteriza. Ingenieros, arquitectos y maestros de obra en Ciudad Juárez (1888-1928), Alejandro González Milea.
Mediante la actividad virtual, llevada a cabo por el canal INAH TV en YouTube, en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, se desarrolla una plática en torno al citado libro, el cual aborda la relevancia histórica y arquitectónica de Ciudad Juárez.
El investigador del Centro INAH Chihuahua, José Francisco Lara Padilla, explica que las propuestas del programa “Polifonías del septentrión” y el Seminario de Historia y Patrimonio Cultural fueron diseñadas para difundir el patrimonio cultural de la región, además de generar una apropiación y un conocimiento del mismo en esta área fronteriza.
“Hemos convocado a diversas instancias académicas, no solo de Ciudad Juárez y la capital de Chihuahua, sino también de Nuevo México, Las Cruces y El Paso, Texas, en Estado Unidos, a vincularse con este esfuerzo de difusión y reflexión colectiva en torno a este territorio binacional, cuya herencia cultural debe ser investigada, explorada, difundida y conocida para que la gente se apropie de ella”, concluye.
En Ciudad Juárez, el INAH, a través del Centro INAH Chihuahua tiene registrados seis monumentos históricos: las misiones de San José, de Senecú y de Guadalupe, las cuales datan del siglo XVII; la Ex Aduana de Ciudad Juárez (sede del Muref), la Garita de Metales y el Panteón de San José, del siglo XIX.