Celebran 30 años de inscripción como Patrimonio Mundial de las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco

El 11 de diciembre de 1993, las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco, localizadas en la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, en el municipio de Mulegé, Baja California Sur (BCS), fueron inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); a 30 años de esta distinción, se organizó la exposición y conversatorio “Arte rupestre y fauna en Baja California Sur. Un diálogo multidisciplinario”.

Impulsado por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de su representación en BCS y del Museo Regional de Antropología e Historia de esa entidad, así como por el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste (Cibnor), el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt) y el Instituto Sudcaliforniano de Cultura, el evento busca mostrar los valores históricos, estéticos, científicos, simbólicos y el paisaje biocultural de este lugar.

Durante el acto inaugural de la muestra y acompañado del investigador titular en el Cibnor, Alejandro López Cortés, el director del Centro INAH BCS, Alfredo Feria Cuevas, señaló que el montaje y curaduría se logró gracias a la sinergia entre el personal del museo regional junto con los investigadores del Jardín Etnobiológico de BCS-Cinbor.

La exposición, alojada en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo Regional de Antropología e Historia de BCS (MRAHBCS), está integrada por 27 fotografías a color, en mediano formato: 18 de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH, autoría de Mauricio Marat R. Suárez; una de la Cueva de la Serpiente, tomada por el norteamericano Harry Crosby, y ocho sobre la fauna de la región, pertenecientes al acervo del Cinbor. Además, se complementa con piezas de arte contemporáneo de la colección del citado recinto del INAH.

Entre los retratos sobre esta sierra rupestre se observan las cuevas de la Serpiente, de la Música, Boca de San Julio, La Pintada, de La Trinidad, San Borjitas y Las Flechas, así como el Cañón de Santa Teresa y Piedras Pintas; respecto a la fauna, están el zopilote aura, águila pescadora, liebre cola negra, serpiente de cascabel, tortuga marina verde del Atlántico, berrendo peninsular, raya pinta y el roedor juancito o Ammospermophilus leucurus.

Previo a la apertura, se realizó un conversatorio, moderado por el director del MRAHBCS, Luis Alberto Trasviña Moreno, en el que participaron la historiadora del arte Reyna Jaime Félix, la especialista en arqueología de BCS, Úrsula Méndez Mejía y el investigador en biología y titular en el Programa de Planeación Ambiental y Conservación del Cinbor, Gustavo Alberto Arnau Franco.

Abordaron la tradición pictórica en la Sierra de San Francisco conocida como "Gran Mural" (única en el mundo), donde se manifiesta la relación estrecha del hombre con la naturaleza y se pueden constatar innumerables figuras antropomorfas y zoomorfas, las cuales datan de entre 7,500 a 10,500 años de antigüedad.

Méndez Mejía puntualizó que el estudio de las pinturas rupestres enclavadas en la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno, la cual desde 1988 es el Área Natural Protegida más grande de México, permite conocer, además de la flora y fauna de la región, patrones de movilidad y recursos alimenticios de las poblaciones, intercambios culturales, ideología y cosmogonía.

“Para 2002, en la Sierra de San Francisco se tenían identificados, 183 murales de gran formato, pero ahora, hay reportados 1,150 sitios, entre pintura, petrograbados y geoformas. Los últimos estudios, en conjunto con el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, también han dado como resultado que la técnica de manufactura de las pinturas se dio a partir del uso de óxidos de hierro con pigmentos, yeso, agua (como diluyente); y está en estudio determinar el tipo de planta usada como aglutinante”, expuso.

Por su parte, Reyna Jaime Félix apuntó que las representaciones zoomorfas son las protagonistas de las pinturas, en especial la figura del venado, que era un animal difícil de cazar; además, invitó a repensar estas obras pictóricas retomando los estudios sobre la flora y fauna de ese tiempo.

En tanto, Arnau Franco abrevó que, si bien las pinturas manifiestan la relación del hombre con su espacio físico, hay un énfasis claro hacia el medio marino, vínculo que permanece vigente entre la población sudcaliforniana.

Habitantes ancestrales. Arte rupestre y paisajes bioculturales: un diálogo multidisciplinario. Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco 30 aniversario Patrimonio Mundial (1993-2023) permanecerá hasta mayo de 2024, en el Museo Regional de Antropología e Historia de BCS (Ignacio Altamirano n/n, Zona Central, La Paz, Baja California Sur). Horario: lunes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas. El acceso para esta exhibición es libre, pero la visita al resto de las salas tiene un costo de 70 pesos.