*** En el Museo de Sitio de Cuicuilco se muestran los resultados del Proyecto Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca, del INAH
*** Vigente hasta el 26 de junio de 2023, da cuenta de las exploraciones en los lagos del Sol y de la Luna, y en los alrededores de la elevación
Los visitantes de la Zona Arqueológica de Cuicuilco, ubicada al sur de Ciudad de México, tienen la oportunidad de sumergirse en las frías aguas de las lagunas del cráter del Nevado de Toluca, para conocer, de mano de un proyecto de la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la ritualidad de la que ha sido objeto esta elevación, desde tiempos prehispánicos hasta hoy.
La exposición Proyecto Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca, vigente hasta el 26 de junio de 2023 en el Museo de Sitio, presenta una síntesis de los resultados obtenidos por este equipo multidisciplinario, a partir de sus excavaciones en las profundidades de las lagunas del Sol y de la Luna, y en sus escarpados alrededores, mediante una docena de imágenes fotográficas, video, publicaciones y réplicas de los llamados cetros Tláloc.
En la inauguración de la muestra, el subdirector de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, Roberto Junco Sánchez, expresó que esta iniciativa de investigación, la cual él lidera, fue creada hace 15 años para investigar, proteger y difundir el patrimonio que yace en esta elevación. La exhibición es parte del esfuerzo por divulgar entre las comunidades aledañas al Nevado de Toluca su importancia natural, cultural e histórica.
La cocoordinadora del proyecto, Iris de Rocío Hernández Bautista, explicó que, en 2007, Junco Sánchez y sus colegas Arturo Montero García y Víctor Arribalzaga ascendieron al cráter del Xinantécatl, a 2,400 metros sobre el nivel del mar, para explorar sus lagunas en busca de vestigios materiales que permitieran conocer el arco temporal de su culto.
Las subsecuentes temporadas de 2010 y 2012, y la fase de gabinete o análisis de los materiales, ayudó a determinar que la mayor actividad ritual en el volcán, en tiempos prehispánicos, estuvo a cargo de grupos otopames locales, entre los periodos Epiclásico y el Posclásico Temprano (650-750 a 1200 d.C.), y la posterior presencia mexica.
Las ofrendas depositadas y recuperadas en excelente estado de conservación al interior de las lagunas estaban formadas por materiales de significancia simbólica para esos antiguos pueblos, entre ellos, conos y esferas hechas de resina de copal, láminas de madera tallada en forma ondulada, semejando serpientes o rayos, pencas y púas de maguey y restos de cestería.
“En las aguas del cráter del Nevado de Toluca permanece congelado parte del tiempo y la ritualidad prehispánica relacionada con las deidades del agua, de la región otomí. Al principio pensamos que el culto era solo mexica, pero nuestros estudios han apuntado a un culto local, otopame”, detalló la arqueóloga de la SAS.
Entre los elementos más sobresalientes recuperados están los cetros Tláloc, de los cuales se halló una docena del lago de la Luna y uno más del lago del Sol. Su estabilización, por parte de la restauradora perito de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, del INAH, Luisa Mainou Cervantes, dilató siete años; en esta exhibición se pueden admirar tres réplicas.
Las investigaciones del proyecto también han consistido en excavaciones arqueológicas terrestres en puntos asociados a los lagos, donde se han hallado ofrendas con cuentas de jadeíta o chalchihuitl, bienes importados de la cuenca del río Motagua, en Guatemala; y testimonios arquitectónicos (arreglos con piedras careadas y vestigios de estuco) de la existencia de un templo a esas alturas, hacia el periodo Epiclásico y el Posclásico Temprano, referidos.
Hernández Bautista concluyó que “en la actualidad, gente de los pueblos aledaños y de todo el valle sube a ritualizar, principalmente, al lago del Sol. Muchos graniceros (especialistas rituales que invocan lluvia) del lado de Olotepec comentan que cuando uno de ellos muere sus fuerzas van a morar al volcán”.
La exposición muestra además el trabajo y parte del proceso creativo del grabador Joel Rendón, mediante la ilustración de las páginas del tercer libro del proyecto: Casa de los dioses, Nevado de Toluca. Arqueología y cosmovisión de una montaña sagrada. En esta ocasión, el artista plástico también brindó un taller a los visitantes de la Zona Arqueológica de Cuicuilco.
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