TRABAJO INTERINSTITUCIONAL PARA ENFRENTAR RETOS COMUNES
Centro INAH Oaxaca - Monte Albán
David Andrade Olvera
Joel Omar Vázquez Herrera
Jesús Sergio García Zárate
Queremos hablar sobre una de estas rutas que vislumbramos y que empezamos a caminar de manera conjunta, apuntalados desde la dirección general. La dirección del centro INAH Oaxaca, los custodios, asesores educativos, arqueólogos, compañeros eventuales (a pesar de las difíciles condiciones), hemos platicado y concluido que los mejores resultados se dan cuando todas las voces son escuchadas, cuando no se impone una sola, cuando no se marginan ni demeritan opiniones, operamos bajo el principio: si dos cabezas piensan mejor que una, multitud de cabezas conciben ideas realmente valiosas.
Como resultado de análisis participativos, se reconoció que la principal amenaza al patrimonio cultural de Monte Albán es el crecimiento urbano no planificado. Como resultado también de estos ejercicios participativos, hemos concluido que para enfrentar este enorme reto, tenemos que sumar esfuerzos con los diferentes órdenes de gobierno, en espacial con las instancias encargadas de regir el desarrollo urbano.
Fue gracias a una acción participativa de todo el equipo de trabajo que se logró enviar un mensaje de unidad institucional y de disposición (no solo nos quejábamos, sino que aportábamos soluciones y nuestra disposición para trabajar y enfrentar los retos) gracias a esta imagen de unidad se logró incorporar la protección del patrimonio arqueológico de Monte Albán a la agenda del desarrollo metropolitano. Todas las instituciones participantes en la actualización del plan de ordenamiento territorial del área metropolitana de Oaxaca, reconocieron la importancia de empezar a trabajar para preservar Monte Albán. Solo mediante esta imagen de unidad del instituto hacia el exterior, se logró tener vos en este proceso, se consiguió que el sitio fuera un eje de acción y se logró también que se nos invitara a participar en el organismo interinstitucional encargado de llevar a la realidad el documento rector de este ordenamiento territorial.
Otro resultado de los análisis participativos fue la firme convicción de que Monte Albán tiene que ser la base de la sostenibilidad de la Ciudad de Oaxaca (de hecho no hay otra opción, por el bien del sitio arqueológico y de la ciudad misma), Esta idea se presentó en los talleres del ordenamiento territorial y se logó que tuviera eco. La poligonal de Monte Albán es un espacio verde dentro del área metropolitana, el preservarlo abona a la sostenibilidad urbana y evita los enormes problemas como los relacionados con ocupar zonas de riesgo (laderas del sitio designadas por el CENAPRED como de riesgo alto a muy alto por deslizamiento de laderas y desprendimiento de rocas). El dejar la poligonal libre de ocupación urbana protege el patrimonio arqueológico y al mismo tiempo deja un espacio verde para fomentar la captura de gases de carbono, la recarga de mantos acuíferos, permite disminuir la temperatura de la isla de calor representada por la ciudad y preservar la biodiversidad, pero sobre todo deja un espacio en el corazón de la ciudad desde el cual se pueden emprender acciones para minimizar y adaptarnos al cambio climático. Monte Albán además de ser un sitio que resalta por sus valores culturales de carácter universal excepcional, también se distingue por sus valores naturales (al momento se han documentado tres especies de aves amenazadas, una de ellas se comprobó que está anidando en la poligonal). El preservar el sitio además de cumplir con uno de los objetivos del instituto, significa trabajar por la sostenibilidad, objetivo especifico de ciertas instituciones del gobierno, pero compromiso de todas las instancias gubernamentales y responsabilidad de la sociedad en su conjunto.
Es en esta concurrencia de objetivos compartidos en donde el trabajo interinstitucional adquiere sentido y se vislumbra como una estrategia que puede resolver problemáticas que afectan a la sociedad en su conjunto. El plan estatal de desarrollo se encuentra alineado a la agenda 2030 de la ONU, indudablemente el nuevo plan nacional de desarrollo también lo va a estar. Las metas o funciones esenciales del instituto se insertan perfectamente dentro de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la agenda. La preservación de las poligonales de los sitios arqueológicos favorece la sostenibilidad, meta perseguida por el gobierno como un todo. Por ello el trabajo interinstitucional se revela como una de las estrategias más adecuadas para actuar de manera contundente por la sostenibilidad en todas sus dimensiones, incluyendo el patrimonio cultural. La participación ciudadana, comunitaria es necesaria para asumir estos retos, sobre todo porque los beneficios sociales son una meta de la sostenibilidad, es importante que las instituciones se abran a la participación ciudadana. Esto es clave y se ha retomado como un principio de la gobernanza por parte del gobierno, falta que las instituciones encuentren la fórmula y los mecanismos para hacer efectiva esta forma colectiva de enfrentar los retos y de gobernar.
El trabajo interinstitucional solo se puede dar por medio de instituciones sólidas, unidas, basadas en la participación colectiva, en escuchar todas las voces.
El incidir en el plan de ordenamiento territorial fue solo un primer paso, el camino es largo, todos conocemos las dificultades enormes que surgen al momento de aplicar las leyes y reglamentos, por ello reconocemos como fundamental el incentivar el trabajo interinstitucional mediante mecanismos que ya se han empezado a trabajar en Oaxaca. Se han realizado gestiones desde la dirección general hasta la más local (pero siempre con el respaldo de todos los trabajadores) con el gobernador del estado y diferentes secretarías del gobierno federal, a quienes se les han venido exponiendo las problemáticas a las que se enfrenta Monte Albán, como resultado, se iniciaron mesas de trabajo con las diversas secretarias de gobierno estatales para afrontar las múltiples amenazas. Una de estas mesas, es la referente al ordenamiento territorial, la cual se pretende continúe para que el instituto pueda participar en la coordinación y evaluación de la planificación urbana, primero en todo lo concerniente a Monte Albán.
En el documento rector del ordenamiento metropolitano, se condensan diferentes acciones en beneficio de la sostenibilidad y de la protección del patrimonio, pero esta es solo una estrategia, para garantizar la protección de ciertas áreas de la poligonal se están desarrollando acciones de adaptación al cambio climático de manera conjunta con el gobierno estatal y los municipios.
La poligonal de Monte Albán al estar en el medio del área metropolitana de la ciudad de Oaxaca enfrenta enormes retos, pero esta ubicación que a primera vista se nos revela difícil, también nos abre todo un panorama de oportunidades, ya que está a la vista de todos, es un área verde usada para caminar por todos los vecinos y por tanto se reconoce su importancia como pulmón de la ciudad y espacio para restituir el tejido social.
Atrás quedaron los años donde la sociedad no reconocía que el desarrollo económico y urbano tal y como lo estamos llevando a cabo, no nos pasaría factura. Estamos siendo testigos de las consecuencias de la crisis climática y de la sobre explotación. En la Ciudad de Oaxaca nos enfrentamos al cierre del basurero municipal, lo que ocasionó la acumulación de basura. También nos acabamos de enfrentar a un periodo de enorme estrés hídrico. Estas dificultades han sensibilizado a la población y a los gobiernos municipal y estatal sobre la importancia de la conservación y del desarrollo sostenible. Conocemos de primera mano los problemas del desarrollo urbano no planificado. Por ello y de manera conjunta con todo el equipo de trabajo hemos planteado dos panoramas a gobiernos y población, uno donde el desarrollo urbano se extiende sobre Monte Alban, agudizando los problemas sociales, económicos y ambientales que actualmente enfrentamos y otro horizonte donde Monte Albán se vuelve la base de la sostenibilidad metropolitana, donde es un espacio verde en el corazón de la ciudad.
Hemos buscado fortalecer la imagen del instituto, enviando un mensaje de unidad y trabajo, porque sabemos que esta es la única forma para que las instituciones del gobierno estatal decidan colaborar con nosotros. No solo dentro del INAH se han realizado acciones conjuntas, también se ha invitado a vecinos, guías y autoridades municipales a realizar tequios para recoger la basura de las carreteras de acceso a la zona arqueológica, para reforestar, para controlar plagas. Sabemos que la participación ciudadana es vital, por lo que buscamos llamar su atención redituando beneficios sociales para incorporar a la ciudadanía a la protección cultural y natural.
No es nada fácil, pero se han empezado a dar los primeros pasos en esta dirección, uno de estos pasos se refiere a la creación de una ADVC (Área Dedicada Voluntariamente a la Conservación) y tenemos que hacer un reconocimiento público a los ejidatarios de San Pedro Ixtlahuaca quienes decidieron convertir su territorio dentro de la poligonal del sitio, como un Espacio Dedicado Voluntariamente a la Conservación de los valores tanto naturales como culturales, un espacio en el cual estamos tomando acciones para adaptarnos al cambio climático de la mano con municipios, gobierno estatal y ejidatarios. El reto es enorme y nos va a tomar tiempo el resolver las problemáticas, pero únicamente un instituto consolidado a su interior, unido y participativo, que tome en cuenta a todos los actores sean de base o de contrato, académicos o técnicos, podrá enfrentar el reto venidero y aportar resultados positivos y significativos a la nación mexicana.