La necesidad de protección sobre el patrimonio Histórico-Artístico.

El caso de la ciudad de Aguascalientes.

Mtro. Christian Jesús Martín Medina López Velarde.

Mtro. Jorge Guadalupe Villanueva Clavel. 

Centro INAH Aguascalientes.

La actual ciudad de Aguascalientes tuvo por nombre en su fundación como Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes un 22 de octubre de 1575,  debido a su ubicación fue uno de los reales más importantes del Camino Real de Tierra Adentro, así como al establecimiento de estancias agrícolas y ganaderas en la región, la Villa prosperó convirtiéndose en un centro económico relevante, dicha característica continuo durante el siglo XIX y propició la llegada del Ferrocarril Central Mexicano el 24 de febrero de 1884 y con ello, el establecimiento de Los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante del Ferrocarril Central entre 18927 y 1903, también fue por 1894 que La Gran Fundición Central estableció sus hornos en los márgenes de la Villa y con ello el impulso económico continuó durante las primeras décadas del siglo XX.

Este desarrollo, si bien fue importante para las mejoras de vida de los habitantes, propició una cuestión preocupante en lo que al patrimonio material inmueble se refiere: la modernidad del siglo XX trajo consigo la demolición de muchas fincas antiguas y la modificación de muchas otras, al mismo tiempo la construcción de templos, casas y establecimientos que iniciaron su edificación a finales del siglo XIX y que continuó en las primeras décadas del siglo XX dándole a la ciudad una característica especial donde un porcentaje muy elevado de su patrimonio se debate entre ser histórico y ser artístico, tanto por su temporalidad, como por las características que lo revisten en sus etapas constructivas.

Aunado a ello, el INAH estableció sus oficinas en este estado hasta 1987, razón por la que gran parte del siglo XX el patrimonio histórico edificado se encontró en total indefensión, pues ningún órgano estatal o municipal se encargó de evitar la demolición de importantes testigos de la historia edificada de la Ciudad de Aguascalientes.

A lo que se añade que, durante las primeras dos décadas del siglo XX, existió un importante complejo arquitectónico que involucra al patrimonio habitacional, recreativo, de salud e industrial, tales como Los Talleres del Ferrocarril Central, espacio que ocupa más de 88 hectáreas con un conjunto satelital de fábricas y edificios que sostenían a este desarrollo industrial, y sumado al vasto número de obras arquitectónicas de estilo ecléctico que construyo el alarife arquitecto post-morten J. Refugio Reyes Rivas; que ha quedado en el corazón de la ciudad moderna y que por su origen y contexto también tiene nexos importantísimos con el patrimonio histórico de finales del siglo XIX. Es a todo este catálogo de monumentos aquí descritos a lo que para efectos de esta ponencia llamamos “Patrimonio Histórico-Artístico”

De acuerdo a lo relatado el Centro INAH Aguascalientes refleja una problemática contante: día a día se reciben solicitudes de demolición, e intervenciones en este tipo de fincas, las cuales son casi siempre injustificadas y que buscan sustituir, en la mayoría de los casos, los monumentos por corralones que sirvan de estacionamientos públicos y adaptaciones que rara vez están fundamentadas y con proyectos de buena calidad que respeten la historicidad de dichos inmuebles. Mismo es el caso de los espacios de los antiguos talleres del ferrocarril, hoy conocido a este espacio público como “Complejo Ferrocarrilero Tres Centurias”, que a pesar de que existe protección sobre ellos, en algunas ocasiones se pretende ser modificados de manera abrupta para dedicarlos a las nuevas vocaciones culturales y gubernamentales de las que son objeto.

Es importe señalar que gracias al buen trabajo interinstitucional que existe con los organismos estatales y municipales, cuando se presentan modificaciones de estos monumentos, para extender los permisos necesarios se solicita el consentimiento escrito del INAH, ya sea de una asesoría técnica, licencia, un visto bueno, calidad monumental, etc. Sin embargo, cuando los proyectos y solicitudes son analizados y negados debido a su falta de concordancia con la conservación del patrimonio que de una o de otra manera se ancla en lo histórico, las problemáticas van a mayores y muchas veces terminan en los juzgados o en demoliciones clandestinas.

Esta por demás decir que el INAH actúa en concordancia e inicia los procedimientos legales que busquen resarcir los daños causados o detener aquellos que están por realizarse, sin embargo, debido a que muchas de estas fincas fueron terminadas a inicios del siglo XX o se relacionen con dicha centuria, la protección resulta ineficaz debido a que las instancias competentes a aplicar la ley de una manera poco flexible terminan por permitir la afectación y en algunos casos la demolición.

 

En ocasiones se ha llegado a buscar el apoyo del INBAL o de su representación más a fin en el estado como es el Instituto Cultural de Aguascalientes, sin embargo, en rarísimas ocasiones se obtiene respuesta de ellos y mucho menos apoyo en defensa del patrimonio citado. Con ello nuestro Instituto se ve rebasado para dar la protección adecuada. 

Finalmente, por lo todo lo expuesto, el caso de Aguascalientes hay que poner especial atención ya que si recordamos el contexto histórico con la que iniciamos esta relatoría, hoy por hoy a la ciudad de Aguascalientes se le tendría que considerar con una situación respecto a los cerca de más de 180 inmuebles como “históricas-artísticas” se encuentran en esta situación. 

Atendiendo a los objetivos de este foro y visualizando hacia el futuro el papel del INAH en Aguascalientes, la propuesta que este Centro de trabajo dejaría sobre la mesa, consiste en que desde la instancias correspondientes del INAH se puedan concretar los nexos con el INBAL y las dependencias federales involucradas a fin de trabajar en conjunto y de forma “oficial y documental” en la defensa de este patrimonio que por su situación especial queda un poco fuera de los alcances del INAH debido a la ley, y del INBAL debido a la falta de presencia que esta dependencia tiene en los estados.

Compártelo