FOROS ABIERTOS DE DISCUSION NOV. 2023

INAH Subacuático. Hoy y Mañana

Roberto Junco

Subdirector de Arqueología Subacuática

El área de Arqueología Subacuática del INAH, desde su creación (1980) hasta la fecha, tiene la misión por ley encomendada de instituir estrategias, políticas y líneas de acción rectoras en relación con la disciplina, al tiempo de establecer y ejecutar programas y proyectos nacionales, regionales y locales sobre investigación, protección, rescate, salvamento, conservación, divulgación y gestión de los bienes de interés paleontológico, arqueológico e histórico localizados o asociados con las aguas nacionales, coadyuvando al fortalecimiento de la identidad y memoria de la sociedad que lo detenta.

A la fecha la SAS, única área a nivel nacional que se encarga de todo lo relativo al patrimonio cultural sumergido en aguas nacionales de la República Mexicana, ha registrado poco más de 600 contextos paleontológicos, arqueológicos e históricos, aunque, el potencial de sitios aún por descubrir, investigar y salvaguardar es muy alto, lo que convierte al área en un actor muy relevante en la arqueología nacional.

Por ello, se torna indispensable fortalecer la estructura hacia una Dirección que permita atender, asegurar y coordinar adecuadamente las necesidades de investigación, protección, conservación, administración, divulgación y gestión de este patrimonio. Dentro esta estructura se contempla la creación de tres subdirecciones (investigación, protección integral y administración con sus respectivos departamentos), para cumplir adecuadamente con la misión arriba citada y consolidar la disciplina tanto en la institución como en el país. Para ello se requiere ampliar la plantilla de investigadores de base, ya que solo se cuenta con una investigadora de esta categoría, y el resto del personal, en su mayoría entre 28 y 10 años de antigüedad en el área, es eventual. Cabe destacar que este personal ha sido capacitado por la misma Subdirección, toda vez que en México no hay oferta educativa en materia de arqueología subacuática, marítima o náutica, salvo los cursos con temáticas generales que se han ofrecido como materias optativas en algunas universidades. Por ello, es necesario implementar programas de formación continua en colaboración con universidades y centros internacionales de arqueología subacuática.

Resulta innegable que los presupuestos son limitados, lo que restringe la cantidad y alcance de los proyectos a largo plazo, así como la carencia de recursos para la adquisición y mantenimiento de equipos indispensables para las actividades de campo. 

También se requiere impulsar la creación de laboratorios especializados en conservación y restauración de bienes procedentes de medios acuáticos, cuya extracción sea importante para análisis y estudio de los contextos de los cuales proceden.

Para los dos puntos anteriores se propone reforzar la firma de convenios con universidades e instituciones de investigación para la cooperación en actividades de prospección, investigación y conservación del patrimonio cultural sumergido, así como el financiamiento internacional mediante fondos para investigación y conservación, o becas para capacitación dentro de los proyectos de investigación vigentes.

La extensión de las áreas en los que se ubican los bienes paleontológicos, arqueológicos e históricos sumergidos o asociados a cuerpos de agua, hace imposible su protección técnica, por lo que se debe fortalecer la cooperación interinstitucional y la participación social en las tareas de inspección y vigilancia.

En este mismo sentido, la creación de reservas o parques marítimos arqueológicos, así como fomentar el turismo cultural vinculado a los sitios sumergidos se conformarían en una estrategia y herramienta muy útil para la protección y difusión de este patrimonio. Por ello es importante contar con un instrumento jurídico que regule este acceso. En este mismo marco, la generación de programas educativos para comunidades costeras, pescadores y empresas turísticas, fomentando su papel como protectores del patrimonio.

Otro aspecto que se considera importante resolver tiene que ver con el reconocimiento de la Subdirección de Arqueología Subacuática, y su quehacer, por las mismas áreas del Instituto. En varias ocasiones los obstáculos para avanzar en el registro y formulación de propuestas de instrumentos jurídicos para la protección de los bienes arqueológicos procedentes o ubicados en medios acuáticos, así como para la generación de decretos de sitios o zonas de monumentos arqueológicos sumergidos derivan del desconocimiento o reticencia al reconocimiento de nuestra labor o de la importancia del patrimonio cultural sumergido.

En los últimos diez años, la Subdirección de Arqueología Subacuática ha sido galardonada en tres ocasiones con el distintivo de “Mejores Prácticas” por la Convención UNESCO 2001 sobre el Patrimonio Cultural Sumergido en cuestión de divulgación y trabajo con las comunidades. Ha recibido becas de distinguidas instituciones para los diversos proyectos derivado de generar proyectos interesantes enfocados a la prehistoria, época prehispánica, periodo virreinal y decimonónico, así como contextos relevantes de la historia nacional del siglo XX.

Ha generado programas de capacitación para el personal situando a la SAS a la vanguardia del registro arqueológico digital. Ha abierto frentes geográficos para tener una presencia en todos los estados costeros del país como por ejemplo, el Océano Pacifico, donde se vienen registrando sitios en estados como Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, con pendientes en Oaxaca y Colima para atender el próximo año. 

También ha continuado con su tradición de apoyo internacional a otros países de Latinoamérica y el Caribe para apoyarlos en el desarrollo de sus capacidades y fortalezas como es el caso reciente de Jamaica y Colombia.

Interinstitucionalmente la Subdirección ha contribuido valiosamente a diversas áreas del Instituto como son la Dirección de Salvamento Arqueológico, Centros INAH y Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones para apoyar proyectos como el Tren Maya, Salvamentos de infraestructura marina, y la renovación de museos como el Fuerte de San Diego en Acapulco.

La Subdirección es un área estratégica en el INAH y el apoyo que el instituto otorgue a esta área, redituará positivamente en el propio Instituto, así como en la salvaguarda del Patrimonio Cultural Subacuático de México.

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