Ciudad de México, a 25 de noviembre de 2024

El papel social de las Escuelas del INAH frente a las nuevas políticas educativas

Este artículo explora el papel social de las Escuelas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el contexto de nuevas políticas educativas cuyo objetivo es promover la inclusión, la equidad y la calidad. Las escuelas del INAH tienen una responsabilidad única en la formación de antropólogos, arqueólogos, historiadores, conservadores, restauradores, museógrafos y museólogos y su papel social se manifiesta en varias dimensiones:

  • Preservación del Patrimonio Cultural: Las escuelas del INAH son fundamentales en la conservación, estudio y difusión del patrimonio cultural de México. A través de sus programas académicos y proyectos de investigación, contribuyen a la protección de sitios arqueológicos, monumentos históricos, museos, acervos, bienes culturales muebles y procesos culturales. Estas acciones lo hacen desde un compromiso social, comunitario y ético intrínseco al modelo educativo de nuestras escuelas.
  • Investigación y Desarrollo: La investigación realizada en las Escuelas del INAH genera conocimientos que enriquecen la comprensión de la historia y la diversidad cultural de nuestro país y otras regiones. Estos estudios son esenciales para el desarrollo de políticas públicas culturales, así como la promoción de una identidad nacional inclusiva. Las escuelas también han incidido en detonar espacios de análisis y reflexión a necesidades sociales de gran importancia; como ejemplo, podemos mencionar el papel que la ENAH ha jugado en la formación de antropólogos forenses y en la participación en peritajes, asesoría científica y acompañamiento a instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y colectivos de la sociedad civil o la EAHNM y la ENCRyM en el apoyo a comunidades en diferentes latitudes de la república para el estudio, conservación, restauración y difusión de su patrimonio material e inmaterial.
  • Educación y Formación: Las escuelas del INAH forman profesionales altamente capacitados cuyo trabajo es esencial para museos, monumentos y zonas arqueológicas, instituciones culturales y proyectos comunitarios. Su formación integral incluye no solo conocimientos técnicos, teóricos o científicos, sino también un profundo compromiso social. Las escuelas del INAH son gratuitas y su oferta académica es plural, por lo que han tenido un impacto significativo en la sociedad mexicana. Por ejemplo, La EAHNM es un proyecto educativo fundamental para la descentralización de la educación del instituto y en general referente para las IES de otras entidades académicas. Por su ubicación, posicionada en la frontera norte y en la sierra tarahumara, con su extensión en Creel, Bocoyna, permite formar especialistas en sus distintas disciplinas para generar conocimiento actualizado de fenómenos socioculturales de su vasto territorio, buscando incidir en el bienestar social y en el conocimiento profundo de sus distintas realidades. 

Algunas estadísticas que reflejan sus diversas actividades e impacto incluyen lo siguiente:

  • Cada año en las Escuelas del INAH ingresan más de 3,000 alumnas y alumnos en diferentes programas de pregrado y posgrado.
  • Anualmente, las escuelas del INAH desarrollan 126 proyectos de investigación registrados en el Sistema Institucional de Proyectos (la ENCRYM con 55 proyectos, la ENAH con 52 proyectos y la EAHNM con 19 proyectos).
  • Asimismo, en el presente año en las escuelas INAH se han realizado diversas prácticas de campo en diferentes localidades con un total de 384 prácticas de campo: (la ENCRYM registra 50 prácticas de campo, la ENAH registra 298 prácticas de campo y la EAHNM registra 36 prácticas de campo).
  • Sobre la vinculación comunitaria se registraron más de 100 proyectos de servicio social implementados en diversas comunidades, beneficiando a miles de personas a través de programas educativos y culturales.

Por otra parte, las escuelas del INAH deben buscar un equilibrio entre su identidad académica y las nuevas políticas de educación superior, basada en una autonomía universitaria, con el objetivo de garantizar la calidad, relevancia, pertinencia e independencia de su labor académica (formación, investigación y difusión), cultural y social. En ese sentido, los programas académicos que se ofertan en cada una de ellas deben estar orientados a las necesidades sociales, culturales e históricas, sin estar sujetas a los intereses políticos o económicos externos, promoviendo en todo momento el pensamiento crítico y respondiendo a los valores científicos, humanísticos y éticos necesarios para la construcción de la identidad cultural y nacional.

Algunos aspectos claves para analizar la situación de las escuelas en este momento coyuntural son: 

1. La Ley General de Educación y la Ley General de Educación Superior promueven un enfoque hacia la democratización del conocimiento y el rescate de la memoria histórica nacional. Las escuelas del INAH tienen que fortalecer su función pública educativa y social, destacando la importancia de su misión educativa, al conservar, investigar y difundir el patrimonio cultural. Esto nos obliga a ofrecer programas educativos y culturales para un público más amplio, con un enfoque accesible e inclusivo. 

2. En sintonía con los proyectos prioritarios del INAH, las Escuelas tienen que fomentar y fortalecer la participación en aquellas actividades que involucren la integración de programas sociales y comunitarios y que acerquen la historia y la cultura a zonas desfavorecidas. 

3. Las Escuelas del INAH deben ofrecer educación de calidad impulsando el respeto y promoción de las identidades culturales regionales y de los pueblos originarios, lo que significa reforzar los planes de estudio y proyectos de investigación con énfasis en estudios locales, regionales y nacionales, así como especializaciones o cátedras que den espacio a estas perspectivas. 

4. Es esencial que las escuelas del INAH mantengan una visión crítica y reflexiva sobre el pasado y el presente, apoyando una investigación independiente que permita comprender a fondo el patrimonio cultural mexicano. Esto es clave ya que, aunque exista una alineación con ciertas políticas públicas de educación, deben mantener su independencia académica y su compromiso con una visión completa de la historia de México, lo que les permitirá fortalecer su papel vanguardista sobre el conocimiento del patrimonio nacional y consolidarse como espacios de educación inclusiva y accesible, consciente y diversa.

5. El INAH al ser organismo dedicado al patrimonio cultural y la historia de México, debe promover la investigación académica y científica en sus escuelas, proporcionando fondos y apoyo institucional para proyectos que contribuyan al conocimiento y preservación del patrimonio. En este sentido, se requiere contar con instalaciones adecuadas (mantenimiento y ampliación de nuevos espacios), laboratorios científicos y equipo tecnológico de vanguardia, bibliotecas actualizadas y acceso a bases de datos de para la formación y la investigación.

Los puntos mencionados anteriormente son parte de una serie de diagnósticos integrales realizados en 2022 y 2023 encabezados por las direcciones de las tres escuelas, con el objetivo de contar con una agenda de trabajo para el Consejo de Área de Docencia y Formación de Recursos Humanos (CADyFRH). Como resultado, este consejo identificó las necesidades básicas y más apremiantes de cada centro educativo. En este sentido, se recomendó a la Dirección General y al Consejo General Consultivo atender las prioridades señaladas en el documento “Políticas y Acciones Prioritarias de la Dirección General 2024”, en la sección correspondiente a las escuelas del INAH (objetivo 5, “Orientar y aplicar programas académicos que fortalezcan el perfil de la comunidad educativa del INAH.”). Este documento refleja un consenso de las tres escuelas respecto a las necesidades más urgentes para ser atendidas en el plan de trabajo de la Dirección General del INAH en el año 2025.

Es fundamental entender que las escuelas además de atender la normatividad interna del Instituto están obligadas a cumplir las disposiciones de otras instancias reguladoras como son: el Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SEAES), la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI), antes Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnología (CONAHCYT), entre otras. Para lograr estos objetivos es indispensable contar con el apoyo del INAH y de la propia Secretaría de Cultura para atender estas necesidades apremiantes, ya que de lo contrario se pone en riesgo el cumplimiento de sus funciones sustantivas de formación, investigación y difusión en los campos de la antropología, la historia, la arqueología, la etnología, la lingüística, la restauración, la museografía y otras disciplinas afines.

Las escuelas del INAH comparten con otras instancias educativas del país y extranjeras los retos que conlleva formar especialistas en antropología en un contexto actual. En este sentido, esto no constituyen temas privativos de nuestra institución. Es por ello necesario realizar de manera sistemática ejercicios auto-reflexivos y comparativos que nos permitan dimensionar el impacto de estos fenómenos en un ámbito más amplio y que posibiliten el intercambio de ideas y estrategias para fortalecer los vínculos con otras Instituciones de Educación Superior (IES) y, de manera crítica y reflexiva, nos encaminemos hacia la mejora continua en términos de nuestra oferta educativa. 

El papel social de las Escuelas del INAH es más relevante que nunca en el contexto de las nuevas políticas educativas. Estas instituciones deben adaptarse a los cambios, aprovechando las oportunidades para fortalecer su misión de preservar el patrimonio cultural y contribuir al desarrollo social. A través de la educación, la investigación y la vinculación comunitaria, las Escuelas del INAH seguirán siendo pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más justa y consciente de su riqueza cultural.

Autores:

Mtra. Cristina Núñez. Directora de la EAHNM

Dr. Víctor Acuña. Director de la ENAH

Mtro. Gerardo Ramos. Director de la ENCRyM

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