El MUREF, un museo de frontera: retos y desafíos.

 

En las ciudades como en las personas, el logro de una identidad se obtiene a través del tiempo, a través de un cúmulo de acontecimientos y experiencias que nos distinguen y nos dan la posibilidad de trascender, elementos que en su conjunto van conformando una historia propia que nos permite ubicarnos en la situación actual y adquirir los instrumentos necesarios para poder visualizar un futuro.

El edificio de la Ex Aduana es un ícono y orgullo de identidad juarense ubicado en Ciudad Juárez Chihuahua es un edificio que por su estilo arquitectónico y su herencia histórica juega un papel protagónico en la historia de la región binacional. Rescatar, proteger, y conservar el edificio de la antigua Aduana Fronteriza representa redimir nuestra historia, nuestro patrimonio y nuestra cultura promoviendo el arraigo y la pertenencia de los habitantes de la ciudad que lo resguarda.

Este año 2024 el edificio de la ex Aduana cumple 135 años desde su inauguración. El edificio data de 1889 y funge como Aduana Fronteriza hasta el año de 1965 cuando ésta se cambia a su actual ubicación en el puente de Córdova de las Américas. El edificio estuvo en abandono por poco más de 20 años y es 1985 bajo iniciativa del Gobierno del Estado de Chihuahua y el Instituto Nacional de Antropología e Historia que comienzan los trabajos en el inmueble hacia la creación de un museo de la red del INAH. En 1990 abre sus puertas el Museo Histórico de Ciudad Juárez  y es en el año 2009 con motivos de las conmemoraciones del centenario de la Revolución Mexicana, que el INAH conjuntamente con el Gobierno del Estado de Chihuahua, el Gobierno Municipal de Juárez y la Sociedad Civil a través del Patronato Amigos del MUREF trabajan conjuntamente para la reestructuración del edificio hacia el nuevo Museo de la Revolución en la Frontera MUREF.

Siendo la Ex Aduana un monumento histórico por determinación de ley, testigo de acontecimientos históricos determinantes en la historia de México e los inicios de la revolución mexicana y por su mismo valor histórico y arquitectónico, uno de los principales retos de transformar el edificio hacia el MURER, fue crear, dentro de un edificio construido en el siglo XIX, un museo con necesidades propias del siglo XXI.

Esto implicó un gran desafío y opiniones encontradas; el redefinir áreas, resolver accesos y espacios inclusivos y adecuar el inmueble a las necesidades actuales sin alterar la estructura y tipología original del inmueble no fue una tarea fácil. Sin embargo, el resultado logrado considero fue extraordinario. Con una inversión de cerca de 30 millones de pesos, repito, gracias al apoyo federal a través del INAH y la entonces cámara de diputados, a los gobiernos estatal y municipal y la sociedad civil a través del Patronato, es que contamos ahora con un gran museo orgullosamente del INAH y orgullosamente juarense. 

Un proyecto de tal magnitud y con tantas instancias y organismos involucrados implicaron varios desafíos en cuanto a la planeación y operación del MUREF, sin embargo, estamos convencidos que actualmente sería casi imposible la permanencia y el crecimiento de un museo si no establecemos sinergias y vínculos para trabajar conjuntamente con personase e instituciones que se comprometan con nuestro quehacer, en este caso, coadyuvar juntos para contribuir al fortalecimiento de la identidad y la memoria histórica de los juarenses.

En este sentido, el INAH reconoce al Patronato Amigos del MUREF como un organismo coadyuvante, una asociación civil conformada por ciudadanos comprometidos con la ciudad, convencidos de la importancia en la generación de pertenencia a través de la divulgación de la historia regional y la cultura como agentes de desarrollo social.

Juntos, Patronato y MUREF hemos desarrollado a lo largo de los años proyectos de infraestructura del inmueble, eventos académicos, actividades de animación socio-cultural, exposiciones temporales, proyectos permanentes de inclusión y tenemos la gran tarea de satisfacer necesidades propias de una comunidad fronteriza.

La ubicación geográfica del MUREF implica no solamente satisfacer las necesidades de una comunidad local, sino de una comunidad binacional. Somos una gran frontera conurbada que no puede concebirse por sí sola sin la influencia de nuestro país vecino del norte. Así también compartimos con nuestros vecinos un gran legado histórico y cultural que se ha enriquecido a lo largo de la historia.

Esa riqueza, cultural e histórica que compartimos en la frontera, es lo que destacamos en el guión museológico del MUREF, el museo fue concebido desde sus inicios con la finalidad de generar identidad y arraigo en esta comunidad fronteriza entre Ciudad Juárez, Texas y Nuevo México a partir de finales del siglo XIX durante el porfiriato ya que con la construcción del Ferrocarril Central Mexicano, principal medio de intercambio comercial con Estados Unidos, propició el incremento de la población mexicana en ambos lados de la línea fronteriza.

El tema con el que iniciamos nuestro recorrido por la exposición permanente es “El Nacionalismo mexicano en la frontera” donde se muestra el conjunto de factores que influyeron para que Ciudad Juárez se convirtiera en una de las ciudades protagónicas de la Revolución Mexicana, continuando con temer sobre la revolución maderista, la Toma de ciudad Juárez, Francisco Villa, los fotógrafos que documentaron la revolución en Ciudad Juárez así como el propio edificio de la Ex Aduana como protagonista y testigo de esta historia, son los ejes principales que estructuran el recorrido por el museo siendo la fotografía el recurso museográfico más importante como testigo vivo de los hechos.

Inculcar en la comunidad la cultura de visitar los museos no es una tarea fácil y muchos han sido los retos que hemos afrontado para poder mantener, operar, adecuar y conservar el edificio y el museo. Con la constante de recursos insuficientes y la creciente falta de personal operativo se merece reconocer que el MUREF ha salido adelante gracias a alianzas estratégicas y al gran apoyo de su personal, un personal que se ha convertido en un equipo comprometido; comprometido con su institución, comprometido con su equipo de trabajo, pero sobre todo comprometido con el museo y con su comunidad, siempre pensando como si se puedan hacer las cosas.

En cuanto a las alianzas que hemos establecido con el Patronato Amigos del Museo, con Consulados de México y Estados Unidos, Asociaciones de la sociedad civil, fundaciones, museos, Universidades, Colegios de académicos, entre otros, hemos obtenido resultados significativos en cantidad y calidad de los servicios que ofrecemos en el MUREF, herramientas indispensables para nuestro quehacer y que nos ayudan a alcanzar las metas que nos proponemos.

Por mencionar algunos ejemplos de los logros obtenidos producto de estas alianzas y trabajo conjunto, menciono que a partir de 2015 somos un museo totalmente bilingüe inglés-español, con cedulario de la exposición permanente, audio-guías y códigos QR de libre acceso al visitante. Contamos con cedulario en braille y mapas hápticos para personas ciegas o con debilidad visual y estamos trabajando en adaptarnos a los avances tecnológicos para perfeccionar el recorrido por el museo con realidad aumentada siempre en la búsqueda de estrategias y proyectos para atraer nuevos públicos y ofrecer al visitante experiencias significativas.

Así como establecemos alianzas para realizar programas y proyectos de inclusión, nuevas herramientas de visita y estrategias hacia nuevos públicos, también buscamos aliados para promover la historiografía regional. Con proyectos como las Jornadas Culturales de la Revolución en el Norte de México y el Seminario de Historia y Patrimonio Cultural buscamos, a través del intercambio académico mediante foros, conversatorios y conferencias fomentar el análisis, la reflexión y debate en torno a temáticas historiográficas relacionadas con la revolución mexicana en el norte de México y los procesos que identifiquen la conformación de la región fronteriza. Ambos proyectos se concibieron como los importantes en el quehacer del MUREF y posicionarlo como un referente nacional y binacional de diferentes sectores académicos como El lugar de análisis y reflexión sobre la historiografía de la revolución mexicana en el norte de México, pero es sumamente difícil si no contamos con un compromiso y apoyo institucional permanente.

Hago esta presentación si, como ejemplo de retos y desafíos logrados, presentando experiencias de éxito en las alianzas estratégicas, pero también como un llamado a que se visibilice, se valore y se considere más apoyo propio hacia el gran trabajo que hacemos en Ciudad Juárez con una plantilla cada vez más reducida de personal operativo y con un presupuesto inconcebible para realizar nuestro quehacer institucional.

Continuamos y continuaremos con los retos para el MUREF y su personal, retos de conservar no solamente el patrimonio sino las sinergias, el reto de reinventarnos para responder a los constantes cambios de la sociedad y seguir afrontando y superando retos para operar y motivar, retos para continuar y permanecer.

Por mi parte es todo muchas gracias.

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