El INAH y el fortalecimiento de la Paleontología
Dr. Eduardo Corona-M.
Presidencia Consejo de Paleontología / Centro INAH Morelos
Dr. Joaquin Arroyo Cabrales
Lab. Arqueozoología, SLAA-INAH
BREVES ANTECEDENTES
Cuando se revisa la historia, el INAH y la paleontología no son elementos distantes. Todas sus instituciones predecesoras relacionadas con el conocimiento naturalista la han ejercido, en poco más de 200 años. Desde su fundación, siempre ha existido algún tipo de relación. Pero esto no se hacía evidente.
La historia reciente indica que, a partir de la modificación de la Ley Orgánica del INAH en 1986 se inició un proceso donde las atribuciones legales para la protección del patrimonio antropológico, arqueológico e histórico del país se hacen extensivas hacia los restos paleontológicos, y por consecuencia la patrimonialización de los mismos. Ello implicó atender registros nacionales que abarcan un período entre 2, 500 millones de años y hasta los 10 mil años antes del presente. Por la magnitud de la tarea se decidió convocar a los cuerpos de investigación formados en las distintas instituciones educativas relacionadas en la materia, formando así al Consejo de Paleontología, que se convierte en una alianza interinstitucional para la investigación, la conservación y la divulgación de los restos fósiles, e incorporarlos como parte del patrimonio de la nación. Además de ello se generan conceptos y criterios donde se considera central el papel de las comunidades en los procesos de investigación, conservación y difusión de los restos fósiles. Con lo cual se resalta que los fósiles tienen tanto atributos naturales como culturales, y como tales deben ser tratados-
La sinuosa trayectoria de este proceso se aborda en diversas publicaciones, solo baste señalar que a la fecha el área esta incorporada en la Coordinación Nacional de Arqueología, y que su actividad se hizo continua y sistemática a partir de 2017, obteniendo diversos logros, como son el establecimiento de una normatividad para la investigación aplicable a nivel nacional, el registro de decenas de localidades y de colecciones científicas en el Sistema Único de Registro, así como de proyectos investigación nacionales e internacionales. En el INAH, la actividad desplegada por la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico y por algunos centros INAH para el rescate, investigación y conservación de localidades y restos paleontológicos, principalmente del Pleistoceno tardío, en ocasiones asociados a poblaciones de cazadores-recolectores. Todo ello, permitió que el INAH se posicionara en el liderazgo de este campo, como se puede observar en las publicaciones académicas de alto impacto, y la participación en diversos equipos nacionales e internacionales sobre el tema.
Mientras, que el caso con mayor impacto reciente de investigación, conservación y difusión es el “Aeropuerto Internacional Felipe Angeles” y la renovación de la base militar de Santa Lucía, desarrollados en coordinación la SEDENA y la Secretaría de Cultura, donde también se estableció una estrecha relación transversal con las Coordinaciones Nacionales del INAH. Los principales resultados son: un proyecto de investigación que estableció una ventana de conocimiento de, al menos, los últimos 25 mil años en el noroeste de la Cuenca de México; la colección paleontológica más grande en América y uno de los museos más visitados en los últimos dos años. Sin embargo, la investigación, la curación de la colección y el mantenimiento del museo son tareas del INAH que llevarán varios años de realización y requerirán un esfuerzo presupuestal no considerado todavía..
Sin embargo, el INAH después de casi 40 años que se le asignó la tarea de proteger los restos fósiles, y a pesar de diversos logros académicos, de una infraestructura desarrollada y de que se le reconoce liderazgo en el área, no termina de definir, ni de institucionalizar un área propia de paleontología, ya que el Consejo es sólo un área consultiva de la Dirección General, que depende de la Coordinación Nacional de Arqueología y no forma parte del Reglamento de la Ley Orgánica aprobado en 2021, es decir no tiene funciones ejecutivas en el actual INAH.
Con base, en ello y con la finalidad de pasar a la parte propositiva, se considera que un elemento rector es la creación de un programa estratégico en la paleontología del Cenozoico tardío, toda vez que es el período donde el INAH ha presentado su mayor cantidad de contribuciones científicas, es decir su mayor fortaleza.
ELEMENTOS PARA EL PROGRAMA ESTRATÉGICO:
Cuando nos referimos a ello, es un programa que va más allá de un período, que sea asumido, no solo por la Dirección General y las instancias directivas, si no por el Consejo General y el propio Consejo de Área de Investigación. Que se vea como un área con funciones ejecutivas para contribuir a los objetivos institucionales, con un presupuesto propio asignado para ejercer la investigación, la protección y la divulgación en el área paleontológica, además de coordinarse con las diversas instancias del INAH, ya arriba señaladas para el cumplimiento de sus planes de trabajo. Así como fortalecer las redes interinstitucionales que el INAH ya creó.
Esto implica crear una estructura directiva inicial a cargo de los especialistas del INAH en el área, y con el compromiso de obtener recursos adicionales de terceros. Esta unidad buscará el fortalecimiento institucional en el área de paleontología, con base en los siguientes ejes de trabajo:
- Establecimiento de programa estratégico de desarrollo de la investigación paleontológica del INAH a 15 años, que incluya: incrementos paulatinos de personal y presupuesto; definir áreas geográficas prioritarias; proyectos y convenios conjuntos con universidades nacionales y extranjeras.
- Establecer políticas y protocolos para el resguardo de los bienes paleontológicos. En ello se debe incluir la habilitación de espacios y de mobiliario adecuado para el almacenaje en colecciones científicas, así como la elaboración de bases de datos, que formen parte del Sistema Único de Registro del INAH.
- Establecer actividades cotidianas para la conservación de los bienes paleontológicos, en vinculación con la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y con la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNME).
- Establecer planes y protocolos ejercidos mediante los centros INAH de cooperación con las universidades locales y equipos de investigación asociados al Consejo de Paleontología, para la ejecución y conclusión de los proyectos de salvamento y rescate acorde con los lineamientos vigentes.
- Promover la inclusión adecuada del tema en los museos y en los discursos museográficos de los espacios del INAH, vinculados con la CNME y CNCINAH.
- Divulgación y difusión. Establecer un plan para la difusión local de las políticas del INAH en materia de paleontología y su colaboración con la ciudadanía, con los diversos niveles de gobierno y con organismos sociales y civiles, junto con la CN de Difusión-
- Elaborar un plan de apoyo para la gestión y conservación de museos locales con contenidos paleontológicos.
- Colaborar con las tres escuelas del INAH en el desarrollo de planes y programas de estudios con temas paleontológicos.
- Gestionar recursos ex-profeso a esta área ante diversas fuentes de financiamiento nacional e internacional.
La protección del patrimonio paleontológico es y será producto de la suma de voluntades, empezando por la del propio instituto.
REFERENCIAS:
Corona-M. E. 2022. Los restos fósiles: algunas experiencias para caracterizarlos como recursos bioculturales. Gaceta de Museos. 77: 14–22.
Corona-M. E. C. I. Alvarado León, F. J. Aguilar Arellano (eds). 2021 El patrimonio paleontológico en México. Mamuts, dinosaurios y otros fósiles. Arqueología Mexicana 170: 26-55 ISSN: 0188-8218
Corona-M. E., Lara Barajas, N.B., Ortiz Rodriguez A. 2024. El INAH y los fósiles. Una mirada a su historia. Suplemento Cultural El Tlacuache 1146,:1-19, Septiembre 20, 2024. ISSN 3061-7391
Ortiz Rodriguez A. y E. Corona-M. 2023. Comunidades, museos y fósiles. Suplemento Cultural El Tlacuache 1099:1-12, Octubre 12, 2023, ISSN 3061-7391